Las personas están cambiando su forma de comunicarse y de igual manera su forma de relacionarse, en donde los pensamientos, comportamientos y actitudes requieren ser modificados, para la gestión de su vida diaria.
En los tiempos actuales la transformación en las formas y medios de interactuar nos ha empujado a adquirir nuevas herramientas de vida en los ámbitos personal, familiar y laboral; en donde las organizaciones se ven afectadas, movidas a preparar a sus integrantes a desarrollar nuevos comportamientos en sus interacciones laborales, en donde las habilidades blandas requieren renovarse, para gestionar su adaptación como profesionales y personas a partir de las demandas del sector y del puesto, lo anterior principalmente como parte de los efectos que la pandemia nos ha dejado en las relación cotidiana para relacionarnos y obtener los resultados deseados en la vida laboral; en donde las empresas se ven necesitadas de gestionar al recurso humano con una nueva visión integral a una velocidad inmediata.
¿Qué son las competencias psicosociales?
Me gustaría empezar a definir, a que me refiero al hablar de competencias psicosociales, partiendo del concepto de habilidades sociales que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1993, las define como “aquellas aptitudes necesarias para tener un comportamiento adecuado y positivo que nos permita enfrentar eficazmente las exigencias y retos de la vida diaria. De una manera puntal, esto quiere, decir que se incluye la psicología del individuo, al referirse a la ejecución consciente al ejecutar prácticas, posturas y conductas que nos ayudan a resolver una situación de la vida cotidiana ,de manera efectiva, es decir, aceptable para las personas y para el contexto social en el que nos encontramos, algunas competencias psicosociales de mayor demanda en la actualidad son: escucha activa, asertividad, validación emocional, empatía, capacidad de negociación, respeto, credibilidad, compasión entre otras.
Sin duda en las nuevas modalidades de trabajo, son necesarias las competencias técnicas, se vuelven necesarias las competencias psicosociales, ya que estas últimas, aceleren nuestra adaptación, se posicionan como la base del proceso de cambio al interior de las organizaciones; y si sumamos la incorporación de aprender a convivir en un mismo espacio, en donde en el ámbito laboral se integra una nueva visión de ver al colaborador con sus necesidades familiares y personales, en donde dicha visión anteriormente estábamos acostumbrados a gestionarlos de manera independiente en su mayoría de las organizaciones, situación que hoy en día nos requiere de manera rápida y eficiente generar acciones de aprendizaje formal e informal, mediante herramientas tradicionales como el liderazgo y con la implementación de herramientas tecnológicas, para propiciar conductas con mayor consciencia en la forma de relacionarnos, enfrentando los cambios de una forma saludable.
Hoy en día, toman mayor peso nuestros comportamientos en la vida cotidiana, lo anterior porque se requiere establecer relaciones afectivas (presenciales y a distancia) para facilitar las relaciones sociales, que favorezcan nuestro equilibrio emocional y bienestar integral, así como de las personas que nos rodean.
¿Cómo influyen las competencias psicosociales en la vida laboral?
Según el informe sobre el futuro de los empleos del Foro Económico Mundial, el 50% de todos los empleos necesitarán volver a formarse para 2025, una fecha claramente no muy lejana. Según los miembros del Foro, esto se da porque la tecnología va tomando un papel cada vez más relevante que, implica, entre otras cosas, habilidades específicas que no simplemente tienen que ver con lo técnico.
Hoy en días los profesionales, tienen cada vez más competencias técnicas en el entorno laboral, perfiles con más de una carrera, posgrados, idiomas y una amplia experiencia, sin embargo, por la demanda laboral, sin embargo en los últimos años, las habilidades psicosociales se instalan en las organizaciones, por la importancia de aprender a vincularnos asertivamente para el logro de objetivos propios y en el ámbito laboral favoreciendo el desarrollo personal y una mejor adaptación a las diferentes situaciones en las que nos encontramos en la vida, tal es el caso de la pandemia, convirtiéndonos en personas más integrales y con un bienestar físico y mental, capaces de lograr las metas que el mercado nos plantea, generando una productividad rentable de nuestra función; así mismo favorecer en los propósitos de vida personales, donde las organizaciones provean herramientas psicosociales que se transfieran en el bienestar de las familias.
¿Cómo podemos fortalecer las habilidades psicosociales en los colaboradores?
Y aunque seguramente te estas preguntando: ¿Cómo adquirir estas habilidades?, pues resulta fácil inferir que son habilidades inherentes a la persona y que no te las enseñan en la escuela, la respuesta es trabajando en ello, y siendo consciente de las habilidades que te faltan por desarrollar. Considero que debemos partir que las habilidades psicosociales deberán estar establecidas en la filosofía cultural, como impulsores, objetivos o competencias esperadas, para enmarcar acciones concretas de desarrollo, en la convivencia y en la gestión de aprendizaje.
Señalaría por lo tanto dos aspectos claves al interior de las organizaciones, para fortalecer las habilidades psicosociales:
–Liderazgo centrado en la persona, en donde se prepare a los líderes para ser gestores de la vivencia de las habilidades psicosociales, mediante relaciones saludables que contengan y retroalimenten las necesidades de sus colaboradores, a través de espacios controlados, que permitan el intercambio y acompañamiento para ser escuchados como seres integrales, empatizando en los roles que lo conforman como persona, como gesto de reconocimiento y respeto para dotar de herramientas prácticas que faciliten el desarrollo en su día a día.
-Formación formal, en donde se dote de herramientas didácticas y pedagógicas, para enseñar y potencializar propósitos de vida, que además de generar una ventaja competitiva, generen colaboradores saludables. Estos aprendizajes pueden darse aprovechando la expertise de los profesionales especializados en temas de bienestar personal y laboral, o bien mediante cursos en línea que brindan cientos de plataformas incluso, de manera gratuita, cuentan con talleres interesantes que ayudan a los profesionales a desarrollar sus habilidades psicosociales.
Concluiría mencionando que los recursos de aprendizaje colaborativos, pueden ser tan diversos como la organización se permita explorar nuevas posibilidades, que integren personas saludables en organizaciones saludables.
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